miércoles, 20 de enero de 2010

El viaje

Era un nuevo año. Él tenía puestas todas sus fichas a que sería todo diferente. Acostumbrado a que todos los años sean malos pero con balanzas igualmente positivas, se había jurado que este año sería muy diferente, con mejores momentos, más vacaciones y menos lios. Llegado fin de año, analizaría todo como siempre y sacaría sus conclusiones...
Recordando su historia, él sólo había tenido unas pocas y simples novias y en el amor nunca nada le salía bien. Tipo pesimista y mal predispuesto a todo, lleno de tareas y obligaciones y poco placer.
Pero fueron esta vez unas vacaciones las que hicieron que él cambie y quiera ser otro. Nadie supo nunca por qué, ni qué hechos lo hicieron cambiar tan drásticamente, pero a simple vista se lo notaba como un desconocido.

Cuentan que era verano, más precisamente febrero. Días cálidos y llenos de sol, de vida, de naturaleza. Él había decidido irse solo, por cuestiones obvias (pensar, meditar, descansar), y nadie supo nada de él por largos días. Sólo los hechos contados por algún testigo y por él mismo, era todo lo que se pudo saber.
Todos los días, se levantaba bien tempranito, tomaba unos buenos mates amargos y salía a caminar por al lado de los ríos, entre las montañas, hasta tipo mediodía, horario en el cual volvía y preparaba algo para comer. Quizás salia de compras o tal vez, con simpleza, tomaba su teléfono y al rato comía comida comprada. Nada ni nadie le molestaba. El celular yacía apagado las 24 horas, y él no daba señales de vida alguna tampoco.
Las tardes estaban llenas de aire puro, fresco de las montañas y selvas y bosques de los alrededores. Los ruidos eran sólo naturaleza, los pájaros cantaban alegres y el paisaje parecía maravillarlo a cada paso. Sin embargo, no todo era color de rosas.
En ese viaje faltaba algo muy importante. Algo que él considera mágico, puro, real e imperfecto. Algo que el sabe cómo respetar e incluso sabe querer y amar. O por lo menos eso creía. Una mujer. Una chica con la cual compartir sus logros y hazañas, combatir sus miedos y alquien a quien querer. El problema radicaba en cómo. Aún no se permitía a sí mismo amar nuevamente por el miedo a entregarse y sufrir, porque el pasado así había sido y porque tal vez el futuro así lo quería.

Sin embargo, en ese viaje, algo cambió. Este chico se dejó llevar por la tentación, mas no por el amor, y tuvo un pequeño desliz de algo que se decía a sí mismo que estaba mal, besó a una nueva mujer. No acostumbrado a eso, sintió esa hermosa sensación de compañía por una tarde, y a su vuelta se sintió con ganas y deseos de más. Pero él parecía cambiado.
Su forma de ser, quizás también de pensar, ese descubrimiento de placer encontrado, esa energía, esa hermosa sensación de compañía... Todas cosas que rondaban en su cabeza sin pudor, que luchaban constantemente contra sí mismo y sus pensamientos internos de hacer las cosas bien; pero que le hacían muy bien. Pero se preguntaba, ¿estaba mal disfrutar? Aún seguía sin respuestas.


Él finalmente volvió a su ciudad natal. Se reencontró con su propia casa, sus amigos y familiares, pero nada era como antes. Era como si parte de él ya no quería estar en su lugar, sino que quería irse de ahí, necesitaba vivir en un lugar donde los problemas fueran menores y dónde pudiera disfrutar un poco más. Pero todo era complicado.




Lo que no se daba cuenta él, era que lo que había cambiado era su forma de pensar y de querer hacer cosas para disfrutar, pero lo cual era complicado por lo que su rutina diaria significaba, cargada de responsabilidades y deseos no cumplidos. Él necesitaba un cambio, y ciertas personas se estaban encargando de hacércelo notar inconscientemente con sus actos y dichos. Claro que él era responsable también porque interpretaba eso que quería interpretar. Sólo, según él, le faltaba controlar su energía, esa que siempre desea tener para no parar ni tropezar. Sólo bastaba seguir adelante. Todo mejoraba con el correr del tiempo. Y el año, había empezado como lo deseaba y anticipaba que sería. Igualmente, para él, siempre todo era insuficiente.