domingo, 11 de septiembre de 2011

Una historia, dos personas

Eran otros tiempos. Los jóvenes no eran los mismos que antes, o por lo menos eso decían los más experimentados sabios vivientes. El amor era algo que se solía pasar por alto, con lo que se solía jugar mucho y por el que nadie se hacía cargo ni quería comprometerse ni luchar. Sin embargo, existían jóvenes. Esos catalogados como diferentes. No eran muchos, estaba claro que eran los menos, pero podían encontrarse si se sabía buscar, o por simple casualidad. Es como si en varias oportunidades, personas iguales se atraían y acortaban distancias.
Y entre estas personas, nace esta historia. Una historia, la de él, la de ella, que sin ser magnífica ni perfecta, es real y verdadera. Una historia que lleva mucho tiempo ya, pero que aún persiste débilmente y con un futuro por veces comprometedor, por otras sin posibilidades de triunfar.
Aún quedan muchísimas cosas por contar, es la historia más larga jamás vivida por ellos dos, pero no puede contarse sin la ayuda de ambos. Una mirada de un sólo lado dejaría a la historia en una proporción menor que la mitad, por lo que no estaría completa.

Es por eso que este escrito no puede, y tampoco debe, continuar. Son puntos suspensivos, ilusiones congeladas y sueños dejados momentáneamente quietos. Algún día esta historia tendrá su final. Por el momento, sólo resta un continuará...

Son dos personas, una historia, dos corazones y dos vidas, la de él, y la de ella.