martes, 28 de julio de 2009

El riesgo

Él tenía una chica con la cual estaba saliendo. Hace mucho o poco tiempo, eso no importaba. Convencido un poco más que a medias, comenzó su relación, queriendo de alguna manera olvidar completamente a su gran amor pasado y a su anterior inmediato; con los cuales nunca había tenido oportunidad de estar. No sabía si hacía lo correcto, pero se sentía algo atraído por ella y además pasaba siempre muy lindos momentos con su compañía. Ninguno de los dos, sabía besar. Para ambos era su primera vez de salir con alguien, y estaba bueno eso de aprender juntos todo.
Ella no era su chica del todo ideal físicamente. Interiormente, era genial. Se preguntaba constantemente si valía más lo físico que lo interior, y escuchaba consejos de sus allegados que optaban por la segunda opción como mejor cualidad. Pero él, no terminaba de convencerse completamente...
Ella se estaba enamorando ya. Cada día era una nueva experiencia, un nuevo día lleno de alegría y sonrisas en la cara. Él sentía que estaba bien acompañado, con una dama que merecía luego de sus tantos sufrimientos anteriores.

Sin embargo, él recordaba. Había casi logrado sacarse completamente de su cabeza a su gran amor, borrando sus mensajes, ignorando sus fotos y no prestándole atención a sus anteriores escritos dedicados a ella. Pero no podía dejar de extrañar diariamente a su ex, por quien aún sentía mucho cariño. Un día no aguantó más y tuvo necesidad de verla. Ella estaba con otro, al cual no quería realmente, pero se seguía negando a estar con él, con quien no quería arruinar su relación tan bella de amistad, aunque no podía negar que no lo quería como algo más que eso.
Pese a sus terribles insisntecias, él no logró quitarle ese beso desesperado que tanto había necesitado y había ido a buscar para sentirse mejor. También mintió al decirse que estaba solo aún esperándola...
Él nada comentó al respecto a su novia, pero temía que tarde o temprano ella se enterase a través de alguien o por una metida de pata suya; sin embargo, no dudó en seguir con la relación.


Tiempo pasó. Tal vez en el medio hubo discusiones, peleas, desencuentros y otros problemas normales de pareja, pero ambos decidieron, por su bien, seguir juntos. Al fin y al cabo, ellos se habían enamorado mutuamente, y ella pese a saber toda la verdad de lo ocurrido en el pasado, había decidido perdonarlo y darle una segunda oportunidad. Si hizo bien o hizo mal, el tiempo futuro lo decidiría. Pero prefirió arriegarse antes que perderlo de entrada y sin intentarlo siquiera...

El cambio...

Esta no es una historia cualquiera. No, no para él. Él era una persona común y corriente. Un chico estudiante, un ejemplo de persona. Muchas veces había escuchado cosas hacerca del amor, había escuchado hablar, comentar, aconsejar; pero nunca había vivido una grata experiencia. Era un chico adolescente, que con sus 20 años había perdido a un par de grandes amores que lo habían dejado con el corazón roto por unos cuantos años, lo habían hecho perder la magia del amor, dejar de creer. Su timidez se hacía notar. Lo más lejos de los chicos que estaba, mejor para él. No se podía aguantar esas cargadas tan traumáticas que lo hacían poner loco enseguida. En cambio, las chicas, eran las únicas personas que sabían entenderlo en cierta manera. No le fue fácil nada en la vida. Había sufrido la muerte de un ser querido y todo era tristeza absoluta. Lleno de falsas esperanzas, vacíos emocionales, carente de sueños y cosas por realizar, no encontraba rumbo a su vida. Sentimientos cruzados, ganas de suicidio, de perdelo todo. Él creía que la vida era injusta. Que él era un estúpido. Que ni uno de sus amigos lo podía entender. Creía estar solo. Sus pensamientos contraproducentes dentro de su cabeza, lo volvían con el correr de los días, un hombre cada vez más pesimista. Hacía caso omiso a las palabras que le decían y los consejos se perdían de la misma manera que llegaban... Él tenía miedo de que su vida así quedase por siempre, sin solución sin cosas buenas. Nadie sabía cuánto más duraría vivo, ni si sus síntomas traumáticos lo iban a jackear de un momento a otro.

Un día como cualquier otro, intentando salir a toda costa, decidió empezar la universidad, encontró un trabajo, y poco a poco comenzó a sentirse activo. Una simple y bella mujer, ya lo había observado.

Tal vez, en días futuro no tan lejanos, todo comenzaría a cambiar...



Quizás de eso se trate la vida. De nunca darse por vencido, de luchar y luchar. De pedir ayuda, de saber escuchar. De no resignarse. Uno nunca debe dejar de lado sus sueños, es una de las pocas cosas que nos hacen vivir. No se puede perder amigos, es el pecado más grande que tiene la vida. Y uno nunca debe olvidar, que de nuestra mente depende TODO.

lunes, 27 de julio de 2009

El mismo sueño

Hacía tiempo que estaba esperándolo. Ansiaba mucho esos momentos que ahora vivía. Había estado pensando durante días y noches enteras sobre aquel príncipe, para ella, azul, que no la dejaba dormir, ni estar bien, y que la obligaba a sentirse llena de verguenza y sentirse rara cuando estaba con él. Obviamente que el tartamudeo era otro indicio de obviedad. Él se hacía el que no se daba cuenta de nada, o al menos eso era lo que imaginaba ella, por lo que seguían mateniendo siempre una distancia considerable.
Ella se sentía culpable de algo que es imposible de manejar. Él se hacía el desentendido por miedo al compromiso, por no saber arriesgarse por lo que realmente quiere. Ambos sufrían, y lloraban a escondidas por el otro; sin ser capaces ni atreverse a decírselo a nadie, mucho menos a su amor platónico. Días pasaron. El invierno ya se alejaba, dando lugar al florecimiento de las flores, a la primavera. Que mejor estación para amar, para sentir. Ellos ya no aguantaban más sufrir.

Hubo una noche rara, especial. Ellos se vieron en un baile casualmente, pero no bastaron las cómplices miradas entre sí para que algo mágico sucediera. Distanciados, con el corazón roto pero esperanzados, cada uno hacía de la suya con sus propios amigos. Parecía que era culpa del destino el no querer unirlos, pero sus personalidades o quizás sus dudas, eran más fuertes y más cobardes que sus sentimientos, y no se animaban a arriesgar. Al día siguiente, todo era ya pasado. Una anécdota más que contar, que sufrir, que recordar, que intentar olvidar...


Ella, de pronto despertó a mitad de la noche. Lo miró a él, quien estaba a su lado plácidamente dormido. Era un sentimiento de confusión, de imaginación, quizás. Al cabo de algunos pocos instantes, él hizo lo mismo. Soñó el mismo sueño que ella, sólo que visto desde su propia perspectiva. Ambos, en la misma cama, con sueños iguales; no era posible. Una fantasía y una pesadilla, para ellos, inalcanzable, fantástica, irreal. Pero la casualidad no era simplemente eso, ellos, quien sabe por qué, esa misma noche decidieron hablar, decidieron arriesgarse y jugarse por ese amor que los volvía locos y los hacía soñar hasta el cansancio.
El día siguiente, sería el día de la primer cita real, quien sabe si el primer beso también, y el comienzo de una relación mágica, de dos corazones unidos, que nadie sabía ni podía ver, donde terminaría.

domingo, 26 de julio de 2009

Las parejas del ahora

- En algún momento iba a suceder, no? Me dijo mirándome fijamente a los ojos. Mi amigo me conocía y sabía bien como las cosas sucedieron y había predecido el futuro con posterioridad.
- Sí, le dije. Pero yo no quería que pase de esa manera. El día que comenzamos, nuestro primer beso. Recuerdos que están en mi mente. Todo estaba bien, hasta que una pelea nos hizo tambalear y caer precipitadamente... ¿Por qué habría de terminar así? Pregunté confuso.
- A veces, las historias comienzan inesperadamente y terminan, inesperadamente también. Quizás circunstancias adversas, quizás no era la persona indicada. Uno nunca sabe. Pero si de algo tienes que estar seguro, es que si realmente la quieres lucha por ella, y si no, deja fluir tu mente. Las cosas malas generalmente traen algo bueno después.
- Me estás haciendo pensar demasiado, repondi pensante. ¿Qué sucediera si me dejó tan sólo porque ya no me quiere? ¿Que tal si no me pasa nada bueno luego?
- No me has dicho aún, si estás dispuesto a luchar por ella porque realmente la quieres o no.
Me quedé atónico. Mi amigo me había logrado entender. Pero yo no sabía que contestar. Era una pregunta tan sencilla y parecía tan obvia...
- El tiempo lo decidirá, le contesté sin dar más vueltas. Acto seguido me levanté y me fuí a dar una vuelta.

La historia estaba escrita con principio y con final. Ambos recién se conocían, y ambos no se gustaban. Era una sola pareja más, de las tantas de ahora, que sólo quiere divertirse un rato y luego echarse hacia atrás y seguir su camino.
Eran dos personas que querían olvidar a su amor imposible, intentando ser felices, con desesperación, sin saber medir las consecuencias de sus tan terribles actos que en otras circunstancias anteriores ya habían lastimado...

Todo, para ellos, era historia repetida.

sábado, 25 de julio de 2009

El comienzo

Eran dos extraños. Ellos nunca se habían visto anteriormente. Pero amigos en común los unió. A primera vista, él no se percató de ella, pero ella sí de él. Desde entonces jugó a ser una especie de guía y de bruja para estar con él. El tiempo pasó, ellos se cruzaron oportunidades de veces más, hasta que él se fijó, por fin, un poco en ella. La había cautivado, pero no enamorado. Tal vez era un capricho del destino, nadie lo sabía. Comenzaron a verse a escondidas, por el lado de él; pero abiertamente por el lado de ella. Tímido, ausente, y muy tranquila personalidad, contrastaba con lo expuesta y coqueta de ella. Pero se complementaban.
Un día el sueño de ella se hizo realidad. Él la besó. Un poco tímido, tal vez fugaz, pero un beso único en fin. A ella le latía velozmente el corazón, a él se lo podía sentir como perdido, sin saber si actuar o no actuar. Pese al miedo que sentía, la situación ya la había creado y no tuvo otra opción.
Era un día hermoso de primavera. Las flores esparcidas por todos lados decoraban el paisaje que hacía que fuera algo así como maravilloso. Era un momento perfecto, ideado por él, imginado por ella. Todo terminó normal. No hicieron más que caminar y hablar de sus cosas. A partir de ese día, ellos jugaban a ser felices, riendo cuando podían y llorando cuando todo lo ameritaba.

Esta vez, una pareja se unió. No será ni la primera, ni la última. Pero como nunca todo es color de rosas, faltaba un pequeño gran detalle: la comprensión... Recién se conocían y sus intereses pese a ser los mismos, diferían en la forma de realizarlos. Y eso no era nada simple como para dejarlo pasar...

La relación no se sabía que rumbo tomaría, pero ellos esperaban no arruinar tan linda oportunidad que la vida les regalaba...

viernes, 24 de julio de 2009

El amor no se olvida

Y cada tiempo era diferente. Pero a la vez, todo se repetía. Lo único que cambiaban, eran las circunstancias. Los problemas, deseos y sentimientos, no variaban...

Eran una pareja muy unida, que con el correr de los días se iba desgastando como quien lija una madera. Peleas, discusiones, palabras dichas de más. Sin embargo, su amor parecía no disminuir. Los besos apasionados, las noches de placer, los deseos encontrados y los cuerpos pegados eran cada vez más frecuentes. Parecía como si una cosa tapase a la otra. Hasta que explotó. Ellos, tiempo después, se separaron.

Esta es la típica historia de la intolerancia, el desamor, la no paciencia ni interés en el otro. Esta pareja, apagó lo que un día supieron encender y arruinó con ellos, una relación que parecía no tener fin.

Ellos quedaron tiempo distanciados del mundo. Pero sólo él tuvo miedo al futuro. Mientras día a día esperaba su regreso, ella, estaba simulando ser feliz con otra persona. Ambos se habían equivocado.
Nunca entre ellos supieron nada más del otro. Dejaron de hablarse, de comunicarse, de interesarse. La relación se terminó de muy mala manera, y la posible reconciliación se hizo inalcanzable. Ambos se seguían equivocando.

Él, la quizo olvidar. Pero su esfuerzo era en vano. La seguía amando. Y ella, no paraba de querer cambiar a su nuevo dueño en aquel hombre del cual seguía enamorada. Ambos, se seguirían equivocando eternamente... El amor; no se puede olvidar.

La partida sin final

Era una partida sin final. Las pìezas se movían y se movían, pero nadie se animaba a avanzar más de la cuenta, a realizar ese movimiento que haría daño, tal vez bueno o malo, pero que haría un desequilibrio en el juego. Viendo sus rostros, tan concentrados, perturbados, llenos de dudas, de tristezas, de deseos, de desesperación... Ellos eran del sexo opuesto, ante cada movimiento se miraban fijo como intimidándose el uno al otro. Sentimientos muy profundos se cruzaban, pero todo seguía igual; en nada.
Ambos tenían miedo. Ambos no querían arriesgarse a dar un paso en falso y por eso tardaban y tardaban cada vez más en mover una pequeña ficha haciendo un movimiento innecesario.
La partida se hacía interminable. Los días pasaban, otras partidas terminaban y comenzaban, y ellos seguían de igual manera.
Él, de sentimientos confusos, intentando borrar historia que quería dejar bien cerrada y sellada en el pasado. Ella, con nada que perder, queriendo que su amado tome la iniciativa.
Ambos ya se encontraban en un tiempo y espacio difícil de alcanzar. Sólo de uno de ellos dependía ganar o perder la partida. Tan sólo un movimiento era suficiente para cualquiera de los dos y darían fin a lo que no querían que nunca acabe.

Con una última mirada entre sí ambos se fueron por el camino de donde venían. Ella y él, sin mover nada más, habían decidido dejar todo tal y como estaba. Algún día, esa partida tendría un final.

jueves, 23 de julio de 2009

La rueda del amor

Ella era una chica un tanto menor que él. Era un encanto de persona. Ella lo buscaba día y noche, día tras día, a toda hora. Él sólo la esquivaba. Su corazón estaba perdido en otra mujer, compañera de clase de inglés. Eran amigos hace años y su amor no era correspondido.
Ambos conocían su situación adversa, pero ninguno hacía nada para cambiarla. Jugaban largos juegos, interminables, dónde todo siempre volvía al punto de inicio pero sin ganadores.
Él pasaba ratos junto a ella, se reía siempre mientras miraba de reojo los movimientos de su amada. Era un galán frustrado. Así era constantemente, día a día, recreo tras recreo.
Ella se le había lanzado hace tiempo atrás, esperando ilusamente un sí que la convirtiera en princesa. Pero el no, no tan convencido de él, la dejaba viviendo en dudas día a día, insistiendo y pidiendo aunque sea una una simple oportunidad.
Pero todos sus actos estaban destinados a un mismo fracaso común, nada se podía hacer. Mientras tanto, la otra pareja, la amada de él junto a otro chico enamorado realmente de la pequeña, jugaba a ser feliz, llena de mentiras insostenibles.
Todo era una rueda, en un lugar donde las relaciones ya eran invisibles, donde la crueldad alcanzaba su punto máximo y donde la trsiteza invadía a cada uno de estos cuatro personajes de esta triste historieta.

Eran tiempos difíles. Todos sufrían por sus amores no correspondidos, sin darse cuenta que era una rueda que nunca cortaría. Ellos eran cuatro, y para ellos sólo uno de esas personas era su mundo. Lo demás no importaba.

El tiempo pasó. Ninguno pudo olvidar, los cuatro quedaron solteros, llenos de penas y dolores; llenos de sueños e ilusiones que nunca pudieron concretarse.
Qué injusta que es la vida que los hizo amar a la persona equivocada

La última noche

Era una noche fría. Ellos se encontraron a escondidas en un lugar incapaz de descifrar. Ambos con abrigos tapándose absolutamente todo, entendieron que pese a todo era el único posible momento de verse. Ellos buscaban algo mejor esa noche, algo con que divertirse, pasarla bien. Que fuera una noche inolvidable.
Caminaron con un rumbo fijo hasta toparse con su lugar ideal. El dinero no era lo importante, tampoco la edad. Todo ya había sido planeado con antelación y así debería darse. No había márgen de error. Ellos se amarían hasta el amanecer sin que nada ni nadie los interrumpiera. Dos enamorados en esas circunstancias no podían esperar mucho más.
Él comenzó a besarla, mientras ella no podía hacer más que disfrutar. Quitándose muy lentamente cada una de las piezas que cubrían ambos cuerpos, ellos comenzaron a amarse desenfrenadamente. Él le dijo: "Te amo".
Ella dijo: "Es mi ultimo y más ansiado momento a tu lado."
Él no entendió, pero eso no le importaba. Estar con su amor platónico bastaba para que nada más le importase. Ambos en la cama, puertas cerradas, prendas desparramadas y sabánas desechas, eran cómplices de lo que ambos adolescentes hacían.
Ella lo amaba sin temor, sin miedo. Su experiencia era enorme y nada podía detenerla frente a una noche de sexo por placer. Él, tímido, no hacía más que ceder, aprender, maravillado por el encanto y lleno de amor para brindar.
Todo sucedió tan rápido y tan lento a la ves, que nadie más supo nada acerca del tiempo. Su magnitud había sido perdida frente a un cuarto oscuro, lleno de espejos y lujos pero sin reloj.
El rato pasó. La hora de irse comenzaba a hacerse notar. Era el momento más temible para él, quien en su inocencia, sólo dormía plácidamente en brazos de ella. Ella, debía irse. El micro partía dentro de una hora y no podía perderlo. Pasaría por su casa, tomaría su bolso que yacía sobre la mesa de la cocina y partiría rumbo a la terminal. Para cuando él despertara, ella ya no estaría. Sin dejar nota alguna, sin decir nada, se escapó sigilosamente como ladrón que se va luego de delito cometido con éxito.


Cuando él despertó, comprendió lo que tanto había temido que ocurriese. Pese a sus llamados, a sus mensajes, ella no contestaría. Ella se había ido sin decir dónde, para siempre, y lo había dejado sin más acostado sobre sus propios sueños y fantasías, sobre sus deseos y esperanzas. Con el corazón roto y como niño que llora por no tener su juguete favorito.
Él comprendió; pero su corazón jamás lo entendería.

miércoles, 22 de julio de 2009

Los 2 hombres

Ellos, dos personas, dos amigos, dos hitorias, dos vidas, el mismo problema: El Amor.

- Amigo, dime ahora que te pasa. Hace días que andás con cara triste, nada te viene bien.
- Es que quiero seguir adelante, pero no me animo; el pasado me acecha.
- ¿Has encontrado ya a otra mujer que te vuelva loco?
- No exactamente. Pero tengo ganas de probar.
- ¿Tienes dudas?
- Cada vez menos.
- ¿A qué le temes?
- A nada ya.
- ¿Acaso es timidez?
- Creo que se debe a la no experiencia.
- Pues hombre, anímate. Si no arriesgas, no ganas.
- Es que ella me quiere, de eso estoy seguro.
- ¿Y qué esperas pues?
- Es que... No se. Quiero, pero no puedo. La miro, y la deseo; la escucho y la quiero; la conozco, y me doy cuenta que es para mí. Pero no encuentro el momento.
- Te estás enamorando...
- Espero que no. Creo aún no estar preparado para eso.

Y sin más, ambos se quedaron pensando. Sabían que las malas jugadas los hacían vulnerables a nuevas posibles pérdidas de fichas que finalizaban con otra nueva derrota de partida. Por dentro, ambos no sabían como continuar.

Corazón

Un día él perdió lo que más lo hacía vivir, lo que lo hacía respirar, amar: su corazón. Habia sido robado por una chica que no quería devolvérselo. Él ya no fue el mismo desde entonces. Incluso siquiera cuando pudo recuperar una parte de lo que le pertenecía. Su órgano tan querido y apreciado quedó lleno de arrugas que no pudieron sacarse, borrarse ni olvidarse. Se quedó con algo que fue roto injustamente y abruptamente, con pedacitos muy pequeños pegados con tan sólo recuerdos y frágiles sonrisas que lo hacían estar en punto muerto todo el día, apenas sobreviviendo.

Conversación

ÉL: Nos conocimos este año, depués de tantos otros estando cerca pero sin siquiera llamarnos la atención. Un viaje nos unió. Un par de días bastaron para que me rinda a tus pies.
ELLA: No exageres. No todo es como parece.
ÉL: No exagero, es puramente la verdad.
ELLA: No se.
ÉL: Yo sé que tú estás con otro al que no quieres, que te hace mal, te hace daño. ¿Por qué?
ELLA: No se.
ÉL: Vamos anímate. Dale un giro a tu vida para tu bien.
ELLA: Ya debo irme. Adiós.

Pasado un tiempo...

ÉL: Otra vez nos volvimos a encontrar.
ELLA: Sí. Corte con el chico que estaba.
ÉL: ¿Y por qué me cuentas esto a mí?
ELLA: No se.
ÉL: Quiero invitarte a salir. ¿Qué dices?
ELLA: No puedo.
ÉL: ¿Por qué?
ELLA: No se.
ÉL: El otro día me has escrito, y me has dicho que me querías.
ELLA: ¿Y qué tiene que ver?
ÉL: EL otro día en el baile, te ví, me viste. Te iba a sacar a bailar pero estabas muy ocupada.
ELLA: Sólo estaba con las chicas.
ÉL: Entonces, ¿qué hacemos con nosotros, con esto que nos une?
ELLA: ¿Qué cosa?
ÉL: El amor.
ELLA: No se.
ÉL: Dime que no me quieres mirándome a los ojos. Dime que no te pasa nada, que no sientes nada por mí.
ELLA: No me pidas que haga lo que no puedo.
ÉL: Entonces, dime por favor por que te niegas a darme una oportunidad, porque te niegas a ser feliz...
ELLA: Va a ser mejor que dejemos las cosas como estan, que estan bien.
ÉL: Pero las cosas no estan bien así. Yo te quiero, tú me quieres. ¿por qué las cosas habrían de darse mal?
ELLA: No se.
ÉL: ¿Y qué propones?
ELLA: No se.
ÉL: ¿Qué quieres que haga?
ELLA: No se.
Él: ¿Quieres que me vaya?
ELLA: Haz lo que quieras.
ÉL: Ok. Adiós.


Y se fue nomás con el orazón partido, lleno de dudas y de preguntas sin responder.
No valió la pena saber nada más de ella en el tiempo futuro.

lunes, 20 de julio de 2009

AMIGOS

Ante la pregunta de ¿Qué es un amigo?

Yo respondería: un AMIGO es aquella persona con la cual uno sabe que puede compartir todo. Su vida entera, sus sentimientos, sus secretos más ocultos. Una persona en la cual se confía, se habla, se comparten cosas increíbles. Un tesoro inigualable en nuestras vidas, el que se roba una parte de nuestro corazón, de nuestro pensamiento, la mayor parte de nuestras tristezas y el que duplica nuestras alegrías. Es una persona única para nosotros, tal vez mágica, pero insginificante para el resto. Estamos unidos a él por medio de algo muy abstracto, imposible de ver, sino tan sólo de sentir. Son personas inolvidables, fantásticas. Persona que no importa el momento tiene tiempo para escucharte, para hablarte, para aonsejarte. Al que no le molesta tus malas actitudes ni se enoja por tu forma de ser. El que te dice las cosas de frente, el que te conoce.


Un Amigo es aquella persona con la cual uno comparte muchas cosas, llamense tiempo, risas, carcajadas, algunas tristezas y preocupaciones, tareas o quizás otras. Es una persona cercana a muchas otras, con la que tenes un sentimiento especial que te une, un lazo fantástico que puede crecer como decrecer, que tiene altibajos y momentos estupefactos. Es una persona ideal para despejarse, para pasarla bien y para liberarse un poco de la soledad.


Por último estan los amigos, también llamados conocidos, que se cruzan en nuestro camino por ciertas actividades o salidas, por ciertas experiencias o relaciones cercanas. Personas reales, que dan una primer imágen que puede llegar a significar mucho. Son fantásticas porque pueden llegar a levantarte el ánimo tal vez en esos momentos y después que pasen años enteros sin siquiera verse o hablarse, algunas veces hasta perder la comunicación de por vida. Sin embargo uno las recuerda como si fueran de toda la vida.






A todas estas personas, GRACIAS. Por brindarme a diario sus alegrías, sus tristezas, sus experiencias, sus estilos de vida, sus virtudes, sus fracasos, su forma de ser. Por simplemente ser o estar cerca mío.
¡¡¡FELIZ DÍA DEL AMIGO!!!

El día del Amigo

Hoy, un día dónde los llamados, los mensajes, los saludos y regalos vuelan por todos lados. Donde personas tal vez olvidadas, resurgen y se conectan. Un día dónde relaciones perdidas se recuperan, un día perfecto para pedir perdón, para recordar a ese que olvidamos, para reir, para cantar, para llorar. Hoy es el día del AMIGO. De ese amigo mejor, de ese amigo, de ese no tan amigo, también de ese conocido que te cae bien. Todos cuentan en este día, a todos se los puede saludar y todo puedo significar mucho más por hacerlo simplemente este día.
Pese a que mi convicción es hacer todas las cosas a diario, el día de hoy es una oportunidad que no hay que dejar pasar. Hoy puedes dar un abrazo, hoy debes regalar una sonrisa, hoy tienes que sentirte bien, pasarla bien y rodearte de, aunque sean pocas, personas con las cuales pasas buenos momentos.
Hoy, por lo menos hoy, haz algo bueno.

viernes, 17 de julio de 2009

El problema del sí

Viendo una película, quizás la película, una de esas que me maravilla ver, porque dejan una enseñanza, porque son como esos libros interesantísimos que te dejan pensando sobre vos mismo y tu vida. Recapacitar, para mejorar uno mismo, para vivir mejor la vida, quizás para distenderse de la rutina y de la vida cotidiana. Aprender a decir sí, porque en el fondo es lo que uno quiere pero sin poner diferentes excusas, verdaderas o no, que hacen trabar y ocultar al deseo de querer ir, de querer disfrutar y pasarla bien.
Buscar y encontrar el equilibrio es la meta para no dejarse llevar por las cosas que no queremos hacer, no es cuestión de siempre sentirse obligado, sino de aceptar y rechazar de acuerdo a nuestros verdaderos intereses, pero respondiendo con el corazón y sinceramente.
Quizás siento que en eso tengo que cambiar. Es un tema que ya hace tiempo vengo pensando sobre mí, sobre como soy, y tal vez es hora de darse cuenta de disfrutar un poco más la única vida que tengo. Una meta personal o no, pero siempre es algo que choca contra mi familia y contra mis deseos personales de llegar bien alto. Y quizás es justamente el equilibrio que aún no he podido alcanzar, pero que sé que ya no estan tan lejos esas curvas entre sí de cruzarse; no están totalmente estáticas ni tan distantes como antes; y eso es un paso hacia adelante, creo.

jueves, 16 de julio de 2009

Inexplicable día

Ayer, un día tan pero tan hermoso como hacía rato no ocurría. Sentí la presencia de personas maravillosas a mi lado, de gente a la cual le tengo demasiado afecto y quiero tanto o más que a mi vida. Un día genial, lleno de risas, de lindos momentos, de recuerdos, de sueños, de sonrisas, de amistad, de amor, de pasarla bien, de ser inolvidable...
Hacía realmente muchísimo tiempo que no pasaba un día tan pero tan lindo, que no la pasaba tan bien, que no me divertía tanto. Agradezco de todo corazón a aquellas personas que estuvieron, a cada una de ellas, por hacerme pasar tan inexplicable día.
Hoy no quería dejar pasar la ocasión y dedicarles este posteo acá. Ustedes son uno de los tesoros más grande que un ser humano puede tener en la vida. Los amo muchísimo.

miércoles, 15 de julio de 2009

El día de Hoy (Cuento)

El día se volvía común y corriente. Las noticias de la mañana decían que hoy sería un día de otoño, con esperanzas de que el sol apareciera. Listo para partir, tomó su saco y partió rumbo a su destino. Mientras caminaba, sentía la brisa en la cara que lo hacía sentir lleno de vida; su conciencia le permitía pensar en sus planes de fin de semana, depués de todo, hoy era viernes y él se merecía un descanso.
La clase fue aburrida e interesante a la vez, como siempre. Durante el recreo se acercó a ella, la chica que a diario conquista su corazón. Hablaron, intercambiaron miradas, a veces piensa que algún día le dará una oportunidad. Pero para eso tendría que esperar a conocerla bien. No quería volver a caer en el error de enamorarse de una figurita externa que no tenga sentimientos y terminar destruído como la anterior ves. No se lo iba a permitir.
La mañana concluyó al fin, sin poder despiderse de ella, él se fue caminando a su casa otra vez. La tarde estaría llena de silencio, soledad y estudio. Sólo la música tranquila rosaría sus oídos y la acompañaría en su meta de llegar a ser alguien en la vida.
Con su taza de mate cocido caliente al lado de su libro de Álgebra, se propuso estudiar. La computadora lo llamaba, y lo hacía desear. Quizás ella estaría conectada y podría hablar, pensaba. Pero todo intento era en vano, ella no estaba y su obligación inmediata era estudiar. Acostumbrado a la luz natural, se sentó en la mesa que daba a la ventana.
Al levantar la vista la pudo ver. Era ella y no había duda. Estaba pasando frente de él, frente de su casa. Ella no lo había visto, pero él se había emocionado y entristecido a la vez. No se había percatado de que él estaba ahí observándola pasar, pero por lo menos la había vuelto a ver y no había tenido que esperar hasta el lunes siguiente. Saltando de alegría y lleno de energía, se propuso salir y decirle que él vivía ahí y la invitaría a pasar y tomar algo. Era el plan perfecto para hablar, para, quien sabe, empezar una relación.
La desesperación no lo dejaba pensar, la llave con la que intentaba abrir la puerta era siempre la equibocada. Por fin afuera, la corió unos metros y la saludó. Quizás nada era casualidad y el destino la había puesto en su camino; era su oportunidad.
Cuando ya pasaban los 5 minutos charlando tranquilamente, cuando él ya se disponía a invitarla a pasar a su casa, algo ocurrió que lo dejó helado en medio de la calle. Excusándose por sus que haceres, y en forma autoritaria, dijo que debía irse, que no podía darse el lujo de perder más tiempo hablando con sus amigos. Con una sonrisa, un leve movimiento de muñeca y con su voz suavecita, sólo dijo adiós y se fue sin más.

Se escuchó un ruido en la pieza, alguien que se movía y un luz que se prendía. Él logró entreabrir sus ojos y divisar a su madre. Al fin y al cabo, ella estaba preocupada, por sus largos sollozos que retumbaban en la pieza. Él estaba tapado hasta el cuello, en su cama, sudando y titubeando. Al fin y al cabo, el reloj despertador estaba por sonar y el día estaba lluvioso.

lunes, 13 de julio de 2009

Algo sobre la felicidad

Muchas veces uno se pregunta hacerca de la felicidad. En qué consiste, cómo se llega a ella, cuáles son los pasos necesarios para llegar a alcanzar ese bien, ese sentimiento tan deseado de la felicidad. Pero no nos damos cuenta, que a diario la felicidad camina a nuestro lado si eso es lo que queremos, que la misma nos acompaña en cada momento lindo, sonriente y contento que pasamos.
A veces me pregunto por qué las personas no la sabemos apreciar y tenemos que verla como algo material sabiendo que la felicidad es tan sòlo un sentimiento, algo abstracto. ¿A qué se debe esa locura de querer alcanzar algo inalcanzable? Si es que la felicidad se vive en el día día, nunca habría que alcanzarla sino saber aprovecharla durante todo el correr de nuestra propia vida.
Mirando siempre a las personas a mi alrededor, amigos, conocidos, gente pasar, veo en muchos de ellos siempre una cara constante de preocupación por muchas cosas, lleno de momentos infelices que desaprovechan al no poner una sonrisa, así como también admiro a aquellos que sí lo logran y me dan esperanzas de que se puede cambiar.
Hoy como muchos otros días pienso en esto y mirando hacia atrás me doy cuenta de cuantas veces desaproveché el momento de disfrutar de la felicidad cuando la tenía en mis manos, y eso es lo que me dan ganas de seguir buscándola en el día a día intentando aprovecharla lo más que pueda; creo que todos deberíamos hacer lo mismo.

sábado, 11 de julio de 2009

Escribir...?

Es algo inexplicable, algo irreal, un sentimiento que te sumerge hasta el fondo del océano sin fin, donde nada importa, donde todo esta bien y a la vez tan real como irreal, donde se conectan los puntos de lo maravilloso con lo fantasioso, donde la soledad y tu imaginación, tus pensamientos y sentimientos, son los únicos protagonistas de tu interpretación única que tú les quieras dar.

El inicio

Hola a todos. Me llamo Martín. Me he creado este nuevo blog para hacer uso del mismo para compartir mis escritos con ustedes. Hace tiempo que llevo escribiendo cosas, de hecho tengo otro blog, pero nunca lo he publicado ni he dejado acceder al mismo a nadie.
Siempre que he entrado, he ido buscando a otras personas como yo que también esribieran. He descubierto que hay gente que tan sólo se deja llevar por la escritura como su único medio de decir sus verdaderos sentimientos, de demostrarse tal cual es, y abrirse al mismo sin ninguna reestricción. Encontré un mundo nuevo dónde uno se deja llevar y se encuentra con personas que valen la pena que logran sacar lo mejor de sí desde lo más profundo de su ser. He llegado a sentirme muy identificado con muchas personas, he aprendido de ellas también y hace tiempo que llevo pensado hacer público un blog mío; y aca estoy.

Este espacio estará dedicado a todos ustedes que visiten, que lean lo que escribo y que piensen y quizás se emocionen como yo al leer cosas maravillosas.