jueves, 23 de julio de 2009

La última noche

Era una noche fría. Ellos se encontraron a escondidas en un lugar incapaz de descifrar. Ambos con abrigos tapándose absolutamente todo, entendieron que pese a todo era el único posible momento de verse. Ellos buscaban algo mejor esa noche, algo con que divertirse, pasarla bien. Que fuera una noche inolvidable.
Caminaron con un rumbo fijo hasta toparse con su lugar ideal. El dinero no era lo importante, tampoco la edad. Todo ya había sido planeado con antelación y así debería darse. No había márgen de error. Ellos se amarían hasta el amanecer sin que nada ni nadie los interrumpiera. Dos enamorados en esas circunstancias no podían esperar mucho más.
Él comenzó a besarla, mientras ella no podía hacer más que disfrutar. Quitándose muy lentamente cada una de las piezas que cubrían ambos cuerpos, ellos comenzaron a amarse desenfrenadamente. Él le dijo: "Te amo".
Ella dijo: "Es mi ultimo y más ansiado momento a tu lado."
Él no entendió, pero eso no le importaba. Estar con su amor platónico bastaba para que nada más le importase. Ambos en la cama, puertas cerradas, prendas desparramadas y sabánas desechas, eran cómplices de lo que ambos adolescentes hacían.
Ella lo amaba sin temor, sin miedo. Su experiencia era enorme y nada podía detenerla frente a una noche de sexo por placer. Él, tímido, no hacía más que ceder, aprender, maravillado por el encanto y lleno de amor para brindar.
Todo sucedió tan rápido y tan lento a la ves, que nadie más supo nada acerca del tiempo. Su magnitud había sido perdida frente a un cuarto oscuro, lleno de espejos y lujos pero sin reloj.
El rato pasó. La hora de irse comenzaba a hacerse notar. Era el momento más temible para él, quien en su inocencia, sólo dormía plácidamente en brazos de ella. Ella, debía irse. El micro partía dentro de una hora y no podía perderlo. Pasaría por su casa, tomaría su bolso que yacía sobre la mesa de la cocina y partiría rumbo a la terminal. Para cuando él despertara, ella ya no estaría. Sin dejar nota alguna, sin decir nada, se escapó sigilosamente como ladrón que se va luego de delito cometido con éxito.


Cuando él despertó, comprendió lo que tanto había temido que ocurriese. Pese a sus llamados, a sus mensajes, ella no contestaría. Ella se había ido sin decir dónde, para siempre, y lo había dejado sin más acostado sobre sus propios sueños y fantasías, sobre sus deseos y esperanzas. Con el corazón roto y como niño que llora por no tener su juguete favorito.
Él comprendió; pero su corazón jamás lo entendería.

3 comentarios:

  1. Awwww! soy sincera? lo Lei 3 veces jaja no porque sea complicado de entender, al contrario. Pero me gustó mucho.. más allá de la historia... los sentimientos de el, tan diferentes a los de ella. Como duelen las cosas cuando el amor es solo por parte de uno no? Sea platonico o no.. el amor siempre duele.

    Besitos , y gracias por comentar en mi blog.. realmente me alegra que te guste ^^
    Cuidate!

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  2. ya se que en mi blog no escribiste ninguna pregunta, pero es importante decir que la gente no solo se olvida de decir "te quiero", la gente ya no alienta, ya no sonrie espontaneamente como antes, no te da esa palmada en la espalda para que uno se sienta mejor. La gente practicamente no abraza. Se olvidaron de lo importante que es demostrarle a otra persona cariño, afecto. Se olvidaron que las cosas simples como esas demostraciones son las que cuentan, las que quedan guardadas.

    :) Besitos enormes

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  3. Hola, venía a agradecerte tu visita en mi blog.
    Y me ha gustado mucho tu entrada, tal y como está relatada.
    Triste para el muchacho, pero en fin, de esos casos se dan muchísimos al cabo del día, no?

    Un beso, Martín (creo haber leído por ahí que te llamas así) :)

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