viernes, 11 de diciembre de 2009

La amiga de ella

Ella había decidido volver. Esa era su hipótesis. Pero no podía comprobarla hasta que algo realmente sucediera. Parecía algo increíble, más un sueño que la realidad. Él la extrañaba y aún no había podido olvidarla, pese a los largos años que habían ya pasado.
Al parecer, ella tampoco. Le había comentado a una amiga que lo conocía a él, quién había sido, e incluso de qué manera le había hecho muchísimo daño, incluyendo mentiras y cosas no sucedidas... Él no entendía qué era lo que sucedía, porque pues eso significaba que aún lo quería. ¿O se equivocaba? Y si así era, se preguntaba el por qué se había ido y desaparecido sin más, diciendo todo eso que dijo tan hiriente y sin pensar en las consecuencias, o tal vez a propósito. Otra vez al pobre muchacho le venía la confusión en la cabeza que alguna vez pensó que había podido superar.


Lo que él no sabía, era que con tantos fracasos amorosos, todas fueron olvidadas en algún punto, pero cuando alguna de esas grandes amadas vuelve, todo parece ser como el pasado, con los mismos deseos y sentimientos, pero en diferentes circustancias y con más ganas de no perder otra oportunidad. O esa, por lo menos, era la forma de ser de él.


...


Los días fueron pasando. Las conversaciones con "la amiga" ya se tornaban sospechosas. Él, ya comenzaba a pensar en una especie de doble persona, que la amiga era ella, hablando desde otro perfil totalmente inventado, o tal vez real, no lo sabía. A estas alturas ya dudaba del pasado, del presente y no confiaba demasiado en el futuro. Sin embargo, decidió seguir. No podía darse el lujo de tirar todo por la borda, sin siquiera aunque sea intentar en vano un acercamiento previo, una especie de encuentro, aunque sólo sea virtual, a él le bastaba. No toleraba la idea de estar hablando otra vez con esa persona que le había arruinado la vida durante años, pero la que también lo había ayudado a crecer muchísimo. Él sabía que le hacía mal, y la mente constantemente emitía gritos de dolor y de desesperación para que no siga adelante. Pero era el corazón el que tenía las riendas del asunto, y nada se podía hacer. Sólo esperar, sufrir, recordar, llorar, dejarse llevar por la tentanción ambiciosa cien por ciento lastimosa...

Constantemente él deseaba algo bueno, un sí que lo hiciera feliz. Pero todo se volvió completamente confuso para él que no se daba cuenta que en definitiva seguía hablando con la desconocida "amiga" de ella. Esta extraña, parecía estar enganchándose con él. Le tiraba besos virtuales, le decía que lo quería, que era una muy buena persona, que no merecía sufrir... Pero todo era un engaño y él no se daba cuenta de eso. Sólo le importaba sacar información mientras la otra, a su vez, se aprovechaba de su estado de ánimo para sólo sacar provecho propio y lograr su cometido.



Todo parecía ser un nuevo ciclo. Otra chica se estaba aprovechando de él, del pobre infeliz sin suerte en el amor, del buenudo y del que siempre está dispuesto a sufrir. Una nueva infelicidad salía de sus ojos, bajaba por sus mejillas y ya manchaba su cara.

2 comentarios:

  1. Te deseo la mejor Navidad…
    Que en estas fiestas y siempre...el amor y la salud alumbren tu vida.

    ¡Feliz Navidad!

    Un abrazo y beso enorme.

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  2. Espero otra entrada sin tristeza, __Martín!
    Con la fuerza de quien sabe lo que quiere y lo expresa!
    Por cierto... feliz... lo que sea que nos llena de compromisos y dulces, ahorcando Papas Noeles de las barandillas!

    Saludos... ;)

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