sábado, 20 de marzo de 2010

Pasos en falso

Él se encontraba perdido. El amor lo estaba buscando hacía rato, pero el no se decidía por nadie. Parecía como si todo se daba a propósito, porque o no tenía a nadie o de pronto, tenia varias. Ahora, ellas (en plural), lo acechaban y él no sabía qué hacer. Todo era complicado, su corazón no respondía y la mente no paraba de hacerle pensar cosas malas hacia sí mismo. Estaba cansado, podrido, harto y desesperado. Los sueños ya eran constantes, pero no brindaban solución alguna.
Las mañanas para él caían de la nada, mirándo diariamente el amanecer desde la ventana que daba a su comedor, pensando, meditando...en fin sin sueño, totalmente desvelado. Hasta los mediodías luego dormía y durante las tardes sólo se distraía como para no perder la costumbre de verse con su gente querida y recordando disfrutar su tiempo libre. Las noches luego llegaban otra vez, y el ciclo diario se repetía sin piedad alguna.
No había nada que valiera la pena más que escribir.

Él soñaba cosas hermosas con ella, quien era la única que no estaba, mientras la otra soñaba con él, siendo culpable de un amor no correspondido. Mientras tanto, en la otra punta de la ciudad, ella miraba el cielo estrellado intentando imaginar a él, qué estaría haciendo y si estaría pensando en ella. No hacía falta describir a la otra con la que tan sólo había compartido sólo un par de días, ni a aquella que recién empezaba a conocer. Era todo como una rueda cíclica y rutinaria que parecía no tener solución alguna.
Todas las partidas estaban empezadas por él, quién haciendo movimientos y jugadas asombrosas lograba continuar con todas ellas, defendiéndose de los ataques y sabiendo cómo, dónde y cuándo contraatacar sin herir lo suficiente como para que todo vuelva a lo templado y tranquilo.
La desesperación quizás era constante y hasta abrumadora, pero nada importaba en esos momentos donde se ama y todo se exagera sin piedad.
Él tenía muy en claro pocas cosas, y entre ellas, no era justamente el amor ni la soledad lo que podía controlar ni sabía como manejar.

Hablando de ellas, no estaban tan diferentes. Una tenía ganas de engañar al otro pobre chico con el que estaba, mientras otra sólo buscaba diversión. La punta de la ciudad irradiaba amor sólo de ella, quien parecía a la distancia que era la única que amaba de verdad, o quizás la lejana, con sus propias costumbres, demostraba un poco más de interés. El resto sólo eran simples confusiones, quizás distracciones o deseos interiores, quien sabe.

Los amores de ahora eran raros y todos lo sabían. La falta de compromiso y fidelidad, atraídos por tantas cosas del exterior, no hacían más que confundir y herir, a veces sin uno darse cuenta de nada. El amor verdadero era el que parecía haber perdido la batalla en estos tiempos y sólo eran la confusión y los desdichos los triunfantes.




Nadie sabía por cuanto tiempo más todo podía seguir así, pero él no modificaría modo alguno de comportarse y seguiría arreglando con parches los problemas. Lo que él de seguro no sabía era que estaba dando demasiados pasos en falso y que tarde o temprano todo iba a saltar. Él probablemente quedará sólo y abandonado de nuevo, pero no sería el culpable, sino que sólo sería la consecuencia de sus actos. Todo formaba parte de sus enseñanzas pasadas y de lo que le habían enseñado a hacer, o mejor dicho, lo que había aprendido de lo que le habían hecho a él.

5 comentarios:

  1. Todo cíclico... todo concéntrico.
    Acciones que se repiten, sin aprender a cortar mecanismos demasiado usados...

    Bien, encontrarte, Martín!

    Saludazos!!

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  2. La falta de compromiso y fidelidad, atraídos por tantas cosas del exterior, no hacían más que confundir y herir, a veces sin uno darse cuenta de nada. El amor verdadero era el que parecía haber perdido la batalla en estos tiempos y sólo eran la confusión y los desdichos los triunfantes.

    No hubo entrada, ni parrafo en la que me sintiera tan identificada como en esta. Es impresionante, me fascina completamente como escribis y si encima lo que escribis me llega tanto, mejor aún.
    Un beso Martin, nos hablamos ! (:

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  3. Muy sensible al amor, tan sensible que se pierde y confunde, tan noble que no es entendido, muy bueno lo tuyo me encanto!!!
    Saludos!!!

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  4. Gracias por la visita me gustó mucho tu texto ^^
    La felicidad no se puede buscar solo en el amor, hay tantos momentos en la vida para ser felizz, no hay que desaprovecharloss ^^
    Te sigo =) (K)

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  5. "En algo tan pequeño como una lagrima
    cabe algo tan grande como un sentimiento.."
    Que frase más bonita ^^

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