viernes, 2 de octubre de 2009

La elección

Él estaba indeciso, pero seguro a la vez. Él quería eso que no quería aceptar que quería y estar con ella pero sin arriegarse a hablar sabiendo que un no, una confusión, y una terminación de amistad, podría llegar a concretarse. Ella, chica que desde afuera se la veía como indecisa, era romántica, inteligente, mandona y mal hablada.
Había muchas cosas que a él no le gustaban de ella, pero físicamente era hermosa. Él sentía que estaba cada día más cerca de enamorarse, que de tenerla consigo. Verla, le hacía mal. Escucharla, abrazarla y hablar con ella, le hacía aún peor.
Ellos eran dos desconocidos de la vida hacía un tiempo atrás. Un simple pensamiento y una débil atracción los había unido. Gracias a las indesiciones y a las confusiones, volvieron a verse varias veces más.
Salieron a pasear, fueron en grupo a distintos lugares, y siempre se divirtieron. Ella mostraba signos inequíbocos para varios de sus amigos de que algo le atraía, pero algunas actitudes lo hacían dudar a él, que tan sólo la quería para sí mismo con desesperación.

El tiempo pasaba. Otras chicas él seguía conociendo en muchos lugares, tenía una abanico 100% seguro de estar con alguna otra que quisiese; pero no. Su "ex" también había vuelto decidida a decirle que estaba nuevamente soltera, dispuesta a intentar otra vez, pero sin decirlo. Era una atracción a la cual se le hacía difícil poder escapar.

Los estudios lo mantenían ocupado. Sus pensamientos intentaban volverlo loco, pero él no lo permitía. Libros, amigos psicólogos, todas cosas que no lo dejaban caer. Sacarla a ella de la cabeza, ya se volvía imposible, y hasta pequeñas lágrimas no se podían ocultar. Tenía miedo, pero ya no dudas. La seguridad corría y aumentaba día tras día y no tenerla le producía un vacío considerable de temer.


Él ya estaba decidido. La semana próxima arreglaría y crearía la ocasión. No podía seguir así. Prediciendo obviamente un sí como respuesta, él estaba seguro que la semana siguiente estaría contando otra historia, esta vez feliz. Ya se lo imaginaba, y una sonrisa ya se le dibujaba en la cara.

2 comentarios:

  1. El tenía miedo... mas no dudas...

    Cuando llega el punto más hondo, solamente toca coger fuerzas y comenzar a remover!

    Un saludo con decisiones!

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  2. esa sonrisa pudo atrapar un mundo!
    saludos

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